Asesinato en Asturias

Las incógnitas del crimen de Ribadesella: dos supuestos encapuchados que no fueron vistos por los vecinos ni las cámaras de seguridad

El contexto El pasado 12 de septiembre, Toño Otero, un ganadero de Ribadesella (Asturias), fue hallado muerto en la puerta de su casa con evidentes signos de violencia. Sin embargo, no hay pruebas firmes sobre cómo se produjo el crimen.

Las incógnitas del crimen de Ribadesella: ni las cámaras grabaron la escena, ni hay restos del arma
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La investigación por el asesinato de Toño Otero sigue activa con todas las hipótesis abiertas. Los investigadores continúan indagando en la escena del brutal crimen en el que este hombre de 60 años murió en Ribadesella (Asturias) al recibir una salvaje paliza en la puerta de su casa.

A la espera de los resultados de la autopsia, que se ha realizado este lunes, ni la causa exacta ni las circunstancias de la muerte de Otero están claras. El asesinato de este ganadero se produjo a plena luz del día, pero ni los vecinos ni las cámaras de la zona vieron a nadie.

Dos encapuchados que nadie vio

La mujer y la cuñada del fallecido aseguraron a los agentes que los autores de la agresión eran dos encapuchados que huyeron tras propinarle la paliza. Sin embargo, no hay rastro de ellos. La Guardia Civil tiene dudas de que existan, y la escapada no encaja con las pruebas recogidas.

Estas dos mujeres hicieron junto a los agentes una ruta por donde esos dos presuntos encapuchados habrían huido. De hecho, estuvieron declarando durante seis horas, un tiempo en el que los agentes registraron el interior de la vivienda. Durante ese tiempo, ambas aseguraron que los dos supuestos autores saltaron un muro y escaparon a través de una finca colindante.

Tampoco encaja el hecho de que, pese a ser a plena luz del día, ni los perros de las fincas colindantes ladraron ni los vecinos oyeron nada. Por ello, los agentes creen que podría tratarse de un crimen muy planificado y profesional.

Se busca el arma del crimen

Del mismo modo, tampoco se ha encontrado el arma homicida. Según el primer informe forense, que se hizo con el cuerpo aún en la escena del crimen, la víctima habría sido impactada en la cabeza por una barra de hierro o un elemento similar. Sin embargo, no se ha hallado ningún utensilio compatible con ese relato en la zona. No obstante, se está registrando la zona, tanto por tierra como con drones, para tratar de encontrar el arma que acabó con la vida de Toño Otero.