El caso de una niña de 11 años que se ha quedado embarazada tras sufrir reiteradas agresiones sexuales por parte del marido de su abuela ha causado conmoción y un nuevo debate entre quienes defienden el derecho de la menor de interrumpir la gestación y quienes lo rechazan en Bolivia.

El suceso ha sido denunciado en el municipio de Yapacaní, en la región oriental de Santa Cruz, en la que la menor vivía bajo el cuidado de su abuelastro de 61 años, ya que sus padres viajaban constantemente por motivos de trabajo.

Según ha explicado a EFE la directora ejecutiva de la Casa de la Mujer, Ana Paola García, "la niña le comentó a su prima que sentía movimientos extraños en su vientre, esta se lo contó a su madre y la tía presentó una denuncia". El agresor ya ha sido encarcelado y la menor, con 21 semanas de gestación, ha ingresado en un hospital de maternidad.

En un principio, la madre de la niña solicitó la interrupción del embarazo acogiéndose a una sentencia constitucional que establece que una víctima de violencia social puede abortar sin una orden judicial y al margen del periodo de gestación. Si bien, por "la injerencia" de una organización perteneciente a la Iglesia católica ha hecho que la mujer desista de su intención. Así lo ha denunciado Ana Paola García.

La menor manifestó previamente ante una junta médica que "no quiere ser madre", por lo que se le suministró una primera dosis del medicamento para interrumpir la gestación, según García. Sin embargo, una abogada de la organización religiosa presentó un memorial de desistimiento junto a una carta manuscrita en que la menor, supuestamente, manifiesta que ya no quiere someterse al procedimiento.

El aborto en Bolivia es legal "bajo condiciones de delitos de carácter sexual" desde 1970, aunque antes se requería una orden judicial para el procedimiento. A partir del fallo constitucional de 2014, se permite la interrupción legal "con la fotocopia simple de la denuncia" y "con el procedimiento informado a la víctima".

Según García, en 2020 se reportaron 39.999 embarazos de menores de 18 años, lo que supone que "104 niñas se quedan embarazadas cada día en Bolivia, de las cuales seis son menores de 13 años". "Esta situación es alarmante, la violencia sexual flagela a Bolivia todavía y las niñas siguen siendo las principales víctimas", ha señalado al respecto.