Mary Burguess, una mujer de Reino Unido, encontró unos bultos en el pecho de su perra. Por ello, la llevó inmediatamente al veterinario a Gracie Lou, su mascota, como medida de precaución y allí le diagnosticaron cáncer.
Mary había experimentado en primera persona la detección de esos bultos, pues ella pasó por lo mismo. Este problema de salud que le tocó vivir ha ayudado a salvar la vida de su perra, pues unas semanas más tarde de saber que tenía cáncer de mama encontró un bulto en el pecho de Gracie Lou.
"Si no hubiese sido por mi propio susto, Gracie Lou no estaría ahora aquí¨. Siempre creí que al estar esterilizada, no podía tener cáncer de mama. Pero el bulto que tenía era exactamente lo que te dicen que debes buscar.
Una vez detectaron la enfermedad el veterinario cortó la mitad de su pecho y afortunadamente fue capaz de eliminar el cáncer. "Ahora mi mascota tiene que ir a revisiones y sólo nos toca esperar a que no vuelva a producirse", dijo Mary Burguess.
El cáncer de mama es muy raro en perros esterilizados, ya que al extirparse los ovarios son incapaces de tener cachorros y además se reduce la producción de estrógenos, que está vinculada a la enfermedad, según informa Mirror,
Ahora, Mary quiere conseguir que otros dueños de mascotas tomen conciencia de la enfermedad y sepan detectar los síntomas del cáncer de mama en animales. "Mirando hacia atrás, Gracie Lou bebía más agua, dormía más y no comía mucho. Cuando salía con ella inmediatamente se cansaba y ahora cuando miro las fotos la veo muy desganada", dijo Mary Burguess.
"Al detectarle el bulto, aunque el dolor de la cirugía haya sido horrible, ahora a vuelto a ser feliz y enérgica. Espero que su historia pueda ayudar a los demás", añade.