Una cuarta víctima de Jorge Ignacio ha declarado ante la Guardia Civil que el descuartizador confeso de Marta Calvo la intoxicó sin su permiso con droga. La mujer, que ejerce la prostitución, ha señalado que a principios del pasado verano el detenido le exigió que su encuentro estuviese enmarcado en una "fiesta blanca", es decir, consumir cocaína durante las relaciones sexuales.

Según informa 'Levante-EMV', la mujer accedió, pero los hechos se desarrollaron de manera muy distinta a lo pactado: explica que Jorge Ignacio le dio una bebida -que a priori parecía un combinado- que le hizo perder el conocimiento de forma repentina.

Cuando despertó -asegura- se percató de que el presunto asesino había colocado cocaína en roca en sus genitales. Se trata de una declaración que se ha incorporado al atestado de la Guardia Civil entregado al juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, encargado del crimen de Marta Calvo.

Se trata de la cuarta víctima de Jorge Ignacio, que tras saberse de su presunta implicación en la muerte de dos mujeres prostituidas en pisos de citas del centro de Valencia en circunstancias similares, se perfila como un posible asesino en serie. Además, según apunta 'Las Provincias', una quinta mujer prostituida asegura que el presunto asesino intentó tener sexo con ella con introducción de cocaína en los genitales, algo a lo que se negó y este se marchó.

De hecho, este jueves el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana anunció que la investigación a Jorge Ignacio se ha ampliado a otras comunidades autónomas para comprobar "si este modus operandi de los hechos tiene similitud con casos acaecidos en otras circunscripciones".

El caso de este nuevo testimonio no pasó de la pérdida del conocimiento pero puede aportar luz sobre la manera de actuar de este narcotraficante que acumula varios antecedentes penales.

La práctica que presuntamente lleva a cabo este individuo con las mujeres es altamente peligrosa puesto que la droga en contacto con las mucosas puede provocar una sobredosis de esta substancia y, por tanto, la muerte, más aún si se introducen grandes cantidades.

Dos mujeres murieron por los mismos hechos

El pasado junio una mujer colombiana de 26 años fallecía en extrañas circunstancias. Aparentemente murió por una sobredosis de cocaína mientras mantenía relaciones sexuales con un hombre, presumiblemente Jorge Ignacio, en un piso de mujeres prostituidas del centro de Valencia.

Él abandonó el apartamento de manera sigilosa y sin decir nada por lo que la joven no recibió atención médica y sus compañeras la encontraron cuando ya llevaba horas muerta. Los servicios de emergencias solo pudieron certificar su fallecimiento.

Ese no fue el único caso y es que la muerte de la primera mujer por la que fue investigado Jorge Ignacio ocurrió en marzo de este mismo año y en circunstancias similares. Él fue el último cliente de una joven de 32 años que murió en un hospital días después de haber sufrido convulsiones en un piso del mismo barrio, Ruzafa.

Los investigadores determinaron que Jorge entró en esa vivienda para consumir cocaína y tener sexo con esa mujer pero, poco después de haber accedido, salió de forma repentina con una actitud nerviosa. Cuando las compañeras de esa mujer entraron a la habitación la encontraron con una crisis convulsiva, espasmos musculares e inconsciente. Ellas llamaron a emergencias, pero la mujer falleció días después en el hospital.

Precisamente, como en estos dos casos, Jorge confesó ante la Guardia Civil que introdujo cocaína en los genitales de Marta Calvo. Ni la Guardia Civil ni el Juzgado de Instrucción de Alzira que lleva el caso de la joven valenciana han solicitado las diligencias de estas dos muertes a los juzgados de Valencia. Sí lo ha hecho la Policía Nacional, que pidió la información antes de que Jorge Ignacio se entregase en Carcaixent.