Hace un año, un preso de una cárcel del condado de Georgia falleció dentro de las instalaciones debido a las condiciones insalubres que le rodeaban, similares a las de una "cámara de tortura". Son los datos que arroja un informe médico independiente, que considera que su muerte es un homicidio.

Thompson, que sufría esquizofrenia, no estaba recibiendo su medicación. "No hay duda de que esto fue negligencia criminal", asegura el abogado Ben Crump. La familia denunció que la celda en la que estaba no era apta "ni para un animal enfermo". "Esto es imperdonable y deplorable", criticaban.

El informe recoge un trastorno esquizoafectivo, así como bipolar y la exacerbación aguda como "otras afecciones". Estas afecciones contribuyeron a la deshidratación, la desnutrición y la infestación grave de insectos corporales, que incluía piojos y chinches.

"Por estas razones, en la opinión de este patólogo forense, el Sr. Lashawn Thompson murió debido a una negligencia grave", asegura el doctor Roger Mitchell Jr., encargado de la revisión.

"La combinación de deshidratación, pérdida rápida de peso y desnutrición agravada por una esquizofrenia descompensada no tratada condujo a una arritmia cardíaca fatal de Lashawn Thompson. Si el Sr. Thompson hubiera recibido la atención adecuada durante su encarcelamiento en la cárcel del condado de Fulton, no habría muerto en el momento en que lo hizo", sentencian.