Julio Araújo, el único investigado por la desaparición de la pontevedresa Sonia Iglesias en agosto de 2010, ha fallecido en las últimas horas en su domicilio familiar de Pontevedra, según han informado fuentes cercanas a la familia.

Araújo padecía desde hace años un cáncer de pulmón que se había agravado en los últimos meses, han señalado las mismas fuentes. Él fue, en su momento, el único investigado por la desaparición de su pareja, Sonia Iglesias, con la que tenía un hijo de 10 años en el momento de los hechos.

A pesar de la presión policial sobre él y los múltiples registros en propiedades de su familia, los investigadores nunca lograron pruebas lo suficientemente sólidas contra su persona, lo que obligó a archivar judicialmente el caso.

Una de sus últimas apariciones públicas se produjo en febrero de 2018 cuando acudió a la comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra para declarar como investigado por el homicidio -que ya no desaparición- de la pontevedresa.

La desaparición de Sonia Iglesias

El rastro de Sonia Iglesias se perdió en Pontevedra un 18 de agosto de 2010. Su entonces pareja, Julio Araújo, la llevó hasta una zapatería donde dejó unas sandalias para arreglar. Antes de ir a trabajar a la tienda del centro de Pontevedra donde era encargada desde hacía 15 años, había quedado con su hermana, pero nunca se presentó a la cita.

Al principio se sospechó de los hijos mayores de Julio, fruto de un matrimonio anterior, e incluso de un hombre que podría mantener una relación con Sonia, pero que en el momento de su desaparición estaba fuera del país. Sin embargo, en 2012 la Policía reveló que las antenas de telefonía sitúan el móvil de Julio Araújo e el poblado chabolista donde se halló la cartera de Sonia, apenas unas horas después de la desaparición.

Sonia nunca denunció malos tratos, pero semanas antes de desaparecer acudió a una asociación de mujeres maltratadas: dijo que quería separarse de su marido, que se sentía acosada y que este incluso la había amenazado con un arma.

Su entorno declaró que ella tenía una relación con otro hombre y que le había dado un ultimátum a Julio para que se marchara de casa. La familia siempre ha sospechado de él. Su hermana, María del Carmen Iglesias, también lo cree así. "Creo que fue una víctima de la violencia machista", explicó en una entrevista con Expediente Marlasca.