La Policía cree que Pablo Sierra sufrió una agresión la noche de su desaparición, según ha desvelado el estudio sobre su teléfono móvil, que fue hallado en Las Crispitas, una zona cercana al río Guadiana, lugar donde se centraron las labores de búsqueda durante los primeros días.
Según ha podido saber laSexta, los investigadores han tomado declaración a sus amigos, conocidos y posibles testigos de lo ocurrido la noche en la que se le perdió la pista en la calle Zurbarán del centro de Badajoz, zona de bares donde había salido con amigos.
La Policía también está recopilando imágenes de videocámaras y de teléfonos móviles de posibles testigos. Pablo, estudiante de matemáticas, se dirigía a la residencia universitaria donde vivía con su hermano, pero nunca llegó a su destino.
Seis días después de su misteriosa desaparición, no hay noticias sobre su paradero. La familia asegura que no se marchó por su propia voluntad ya que al día siguiente iba a viajar a su localidad natal, Zorita (Cáceres), para pasar el puente con su familia.
"Descartamos que se haya ido voluntariamente porque es un niño buenísimo, nunca nos ha dado ningún problema. Es estudioso, responsable, trabajador", aseguró Susana Moreno, la tía del joven.
La desaparición ha estado considerada desde el primer momento de alto riesgo. Además, también es clave la 'autopsia psicológica', que es la principal vía a la que recurren los investigadores para determinar las circunstancias del estado de ánimo del joven justo antes de desaparecer.
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