Hemos hablado con la familia de Pablo que, angustiada, espera novedades sobre su desaparición. Hacen un llamamiento por si alguien pudo ver algo, por mínimo que sea, la noche del jueves al viernes, cuando desapareció el joven en Badajoz tras salir de fiesta.
Los familiares tienen muy claro que no se ha marchado por voluntad propia porque afirman que era un joven de 10. "Descartamos que se haya ido voluntariamente porque es un niño buenísimo, nunca nos ha dado ningún problema. Es estudioso, responsable, trabajador", apunta Susana Moreno, tía del joven.
Pablo tenía planes para pasar el puente en Cáceres con su familia. Su pista se pierde en la Calle Zurbarán, en el centro de Badajoz, hoy llena de carteles con su foto. Ocurrió en la madrugada del jueves al viernes, tras salir de fiesta con unos amigos. Se dirigía a la residencia, estudiaba medicina, e iba a coger un autobús que no se sabe si llegó a coger.
La Policía ahora trata de reconstruir sus últimos pasos, analizando las imágenes de las cámaras de seguridad de bancos y bares de copas de la zona. Su familia pide ayuda: "Hacemos un llamamiento, si alguien ha visto algo. Algún tipo de información que puedan tener. La más mínima pista".
Su móvil apareció en otra dirección opuesta: en Las Crispitas, una zona cercana al río Guadiana, donde se han centrado las labores de búsqueda durante tres días sin éxito. Como tampoco ha dado frutos, de momento, el rastreo a pie por diferentes barrios de la ciudad.
Hoy se han suspendido las labores de búsqueda mientras se analizan datos, informaciones y las señales de ubicación de su teléfono móvil para obtener nuevas pistas sobre su paradero.
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