Es una plaga inofensiva para los humanos, no provocan urticaria y no son venenosas. El oleaje y las rachas fuertes de viento que azotan el litoral de Barcelona pueden ser las causantes de la llegada de esta especie.

Son muchos los curiosos que se acercan a ver y fotografiar a esta especie natural en forma de velero. Miden siete centímetros de largo y son de color azul intenso.

Pero no solo las podemos ver en la arena. Dentro del mar hay numerosas colonias.

El ayuntamiento de Barcelona no prevé hacer ningún tipo de acción especial porque estas medusas no suponen ningún riesgo y tampoco contaminan el entorno.