Los matemáticos han visto como se amplían sus oportunidades laborales. Las empresas han triplicado la demanda de estos profesionales para hacer predicciones y automatizar procesos.

Enrique Ferres, matemático, explica que "un matemático a lo largo de sus estudios adquiere un pensamiento abstracto que lo vuelven útil para resolver problemas". Por este motivo, indica, las empresas "necesitan a gente que sepa muchos de matemáticas".

Un boom que se debe a la alta empleabilidad y la especialización ligadas a las ciencias de datos. De hecho, la tasa de paro de los matemáticos es nula.

Ángel Manuel Ramos del Olmo, director del Instituto de Matemática Interdisciplinar de la UCM, ha asegurado que esta tasa se debe a que "hay gran cantidad de demanda de las empresas y una demanda similar en la docencia".

Sin embargo, "este aumento de demanda no se ha visto de acompañado por el aumento de plazas". Y es que, por cada aspirante que entra, hay dos que se quedan fuera. Las notas de corte son tan altas como las de medicina.