Reducir la jornada laboral de 40 horas semanales a 37 y media puede conseguirse con múltiples fórmulas y cada empresa podrá elegir cómo. Entre las fórmulas a las que más se recurrirá estará la flexibilidad de entrada y salida, lo que nos da cierta libertad a la hora de fijar nuestro horario de trabajo.

Otras prefieren crear una bolsa de horas, esto "consiste en que, cuando hay más demanda de trabajo, los trabajadores hacen más horas que las normales, que las por ejemplo 8 diarias, y no computan como horas extraordinarias. Y eso se compensa en otros periodos al año en los que hacen jornada intensiva", explica Ana Gómez, presidenta de la Asociación Nacional de Laboristas.

Otra de las fórmulas que podrán adoptar las empresas es añadir más vacaciones. "Eso es, precisamente, hacer una jornada más regular, trabajar las mismas horas a lo largo del año, pero para no sobrepasar la jornada máxima, claro, tienen que disfrutar más vacaciones, acumulándolas los viernes, o a puentes", comenta Gómez.

Lo que no vale es considerarlas como horas extra y pedir que se las paguen. "No, esto nunca se podría hacer porque al final nosotros tenemos el límite de 80 horas retribuidas al año", aclara Miguel Benito, abogado y creador de 'Empleado informado'. Estas son distintas soluciones para que, a la hora de fichar, a todos nos salgan las cuentas.