España lleva seis años seguidos acumulando más muertes que nacimientos: 329.251 nacimientos frente a las 464.417 muertes. Este crecimiento negativo está liderado por Galicia (-20.501), Castilla y León (-17.882), Andalucía (-15.995) y Catalunya (-14.362). En 2022 solo nacieron 329.000 bebés, un récord que los próximos años seguiremos rompiendo -c- porque hay menos mujeres en edad fértil (-2,3% 4,63 millones) y tienen además menos hijos de media (1,16).

Los vecinos de Segart, un municipio de Valencia, no se acuerdan de cuándo fue el último nacimiento. "Hará dos o tres años", rememora Vicent. En los últimos cinco años han nacido sólo 8 niños, el más reciente hace tres. "Si ves el parque está todo vacío", señala José al mismo tiempo que lamenta no escuchar a niños por la calle.

Los vecinos de Berrocal, Huelva, también conviven con este silencio. La última niña nació hace 2 años. "El día a día es muy triste porque los niños son los que dan alegría", asegura una vecina. "Está el pueblo solo, no se ve a los niños jugando en el parque hasta que no llega el fin de semana", añade otra.

En España ya hay más de 1400 municipios que no han visto nacer un bebé en los últimos tres años. Un declive de la natalidad que repercute de forma directa en la vida de estos vecinos. La directora del CEI Berrocal, Eva María Vélez, directora CEI Berrocal, explica que el colegio peligra si no hay natalidad o personas que vienen a repoblar el pueblo. "Y cerrar un colegio es cerrar un pueblo", sostiene.

El panorama demográfico es demoledor. Su alcalde, Ángel Romero, insiste en que hacen falta niños. En municipios como este llevan años acumulando más muertes que nacimientos. No es una situación aislada. Se repite en 7.000 localidades en España. "Lo primero que se cierra en un pueblo es el colegio y lo último el cementerio", añade Romero. Este es un fenómeno que prácticamente ya registran todas las capitales de provincia.

Sentencia del alto tribunal

El Supremo de Italia da la razón a Juana Rivas y obliga a repetir el juicio civil que separó a sus hijos

La corte de Casación del país europeo afirma que en el proceso judicial se vulneraron tanto el principio del interés superior de los menores, como varios convenios internacionales firmados por Italia.