El agua no ha dado tregua ni a las estaciones de metro de Barcelona llegando a caer hasta por las escaleras del suburbano. En Sarrià las motos aparcadas en la calle no han soportado la fuerza de la lluvia. Una lluvia torrencial que ha dejado en las calles de Barcelona hasta 45 litros por metro cuadrado en tan sólo 20 minutos.
Los contenedores no han aguantado la fuerza del agua y se han desplazado hasta el medio de la calle provocando el caos circulatorio. El cielo ya amenazaba tormenta, las nubes negras sobre la ciudad condal han obligado a cambiar la playa, que se quedaba vacía, por los chubasqueros y los paraguas.
Carreras para no mojarse y para no pasar frío. La temperatura ha bajado seis grados en menos de una hora, de 23 grados a 17. Un carrusel térmico que ha dejado parques, calles, y terrazas desiertas.
Las lluvias torrenciales también han obligado al cierre temporal del aeropuerto de El Prat y han hecho que varios vuelos hayan tenido que ser desviados.
Las tormentas han dejado 340 avisos para los Bomberos. El viento también ha sido protagonista, las fuertes rachas de más de 70 kilómetros por hora han dejado ramas y árboles caídos. Atascos también en autovías, en la AP-7 el agua obligaba a los conductores a extremar la precaución.
Sigue el aviso naranja por tormentas en la zona litoral de Barcelona y en Girona.