Los aficionados al ciclismo pueden ir despidiéndose de una imagen común en la victoria de estos deportistas en el podio: ya no habrá más beso de las azafatas en la entrega de premios. Al menos, en la Vuelta Ciclista a España. En la próxima edición, que arranca en un mes, se acabaron los besos a dos bandas en el podio.
Una costumbre ya desterrada de la vuelta a la Comunidad Valenciana o del 'Challenge de Mallorca'. "Hay que intentar introducir los cambios que son necesarios para responder a la sensibilidad surgida a raíz de este debate", señala Laura Cueto, jefa de prensa de La Vuelta.
Y no es el único cambio. Las cuatro azafatas de siempre tendrán que hacerle hueco también a 'ellos'. Varios azafatos y un embajador, Oscar Pereiro, ganador del Tour en 2006, que será el encargado de poner el maillot a cada vencedor.
Una imagen que contrastará con la del Tour de Francia, aún con pleno de mujeres agasajando al ganador. "Todas las federaciones deportivas deberían realizar acciones que desarrollen la igualdad entre mujeres y hombres", explica María reyes, miembro de la Federación María Laffitte.
Asociaciones de mujeres aplauden la medida. Ahora solo esperan que cunda el ejemplo en otros deportes donde la mujer sigue siendo utilizada como reclamo.
"Le habían lavado el cerebro"
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El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.