Durante las cuatro horas
que duró la declaración, la joven ratificó que fue violada por los cinco
jóvenes y confirmó que entró al portal de forma voluntaria pero en ningún caso
para mantener relaciones sexuales: "Me cogen la mano y me dirigen dentro del
portal. Yo pensaba que íbamos a fumar porros, pero me rodean y me desnudan".
Fue entonces cuando
comenzaron los presuntos abusos y se quedó, asegura, en estado de shock: "Entré
en shock al verme rodeada y me sometí para que acabaran cuanto antes".
Por eso no presentaba
lesiones físicas importantes. El informe de un detective privado, que ha presentado
la defensa y que ha admitido el juez como prueba, está generando mucha indignación:
la denunciante fue espiada días después del suceso, le hicieron un seguimiento
de las redes sociales y la fotografiaron en su día a día, todo para demostrar
que no estaba afectada tras la presunta violación.
Según el informe, se ve
a la joven en actitud festiva e incluso de viaje con amigas, una prueba que no
demostraría absolutamente nada para los expertos en tratar a este tipo de víctimas. "Su terapeuta le habrá recomendado que haga este tipo de cosas, que se mantenga
distraída y que no siga dándole vueltas a lo mismo", asegura María Dolores
Cidoncho, coordinadora de CAS.