LaSexta ha hablado con Luna, a quien su madre echó de casa hace seis años cuando se enteró de que era una mujer trans. "Se acercó a mí, me dijo que lo que estaba haciendo estaba mal y que me tenía que ir", ha relatado Luna, que entonces tenía 22 años y acababa de terminar el tratamiento contra un cáncer: "Sinceramente, estaba en shock. No podía creer que estuviera pasando eso por el hecho de haber terminado un tratamiento que es muy fuerte". Siendo todavía estudiante, Luna se vio en la calle.

Tuvo que pedir ayuda a una fundación para personas sin hogar, lugar donde también fue discriminada por su identidad de género. "A las mujeres trans nos acusaban de prostituas, cuando no dábamos indicios de ello, y a los chicos gays los tachaban de promiscuos", ha denunciado Luna. El suyo no es un caso aislado, según ha reflejado un estudio publicado por la ONG FACIAM y que relaciona ambas circunstancias: el colectivo LGTBI y el sinhogarismo.

"Esto es particularmente grave en el caso de las personas trans, que son las más discriminadas dentro del colectivo LGTBI. Aproximadamente un 10% de las mujeres trans han tenido que dormir en la calle alguna vez a lo largo de su vida", ha detallado Ignacio Paredero, secretario de Organización de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB). Ahora que Luna vive con su novio, se enfrenta, según nos ha contado, a una nueva traba: la discrimiación laboral.

Tal y como ha asegurado ella a esta cadena, lo ha "visto y vivido en varias experiencias": "Llega un punto de la entrevista en el que te piden la documentación. Cuando llego a explicarlo, pasa lo que ha pasado". Pese a tener estudios superiores, nunca consigue trabajo. Por eso, desde FELGTB han lanzado el programa 'Yes we trans'. "Un 47% de mujeres trans no hablan de su identidad de género en el trabajo", ha asegurado Niurka Gibaja, representante ejecutiva de FELGBT. Porque, lejos de ser un handicap, insisten en que la diversidad beneficia a todo el entorno laboral.