A escasos metros del edificio de la calle Toledo (Madrid) donde se ha producido una gran explosión que ha dejado cuatro víctimas mortales se encuentra, colindante, el colegio La Salle La Paloma. La pista, donde habitualmente juegan los menores, está tan próxima que ha quedado sepultada por una maraña de escombros tras el estallido.
Afortunadamente, allí no había ningún escolar porque el patio de juegos estaba lleno de nieve y hielo, por lo que los pequeños no tenían permitido salir. Esas circunstancias han hecho que la tragedia no sea aun mayor.
Aunque cuando dan las 15:00 horas, el momento en el que se ha producido la explosión, los estudiantes suelen esperar al aire libre en el patio a que sus padres vayan a recogerles, hoy esperaban dentro de las aulas.
"La parte positiva es que el colegio contiguo tenía todos los niños en clase y no han salido al patio por la nieve. Hablaré con Consejería de Educación por si consideran que es mejor que mañana no estén en el colegio, afortunadamente no le ha pasado nada a nadie", ha indicado la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
Ancianos de una residencia, a salvo y realojados
Al otro lado del edificio que se ha derrumbado hay una residencia de mayores. Los 56 internos del centro han sido evacuados a la mayor rapidez posible y han resultado ilesos.
Alguno de los ancianos sí han padecido ataques de ansiedad y de nervios, pero ya en la calle tanto los servicios de emergencias como los vecinos y locales de la zona les han dado cobijo y les han ayudado a ponerse en contacto con sus familiares para tranquilizarles.
Posteriormente, los ancianos han sido realojados a otro centro donde permanecerán hasta que acercarse a la zona no implique ningún riesgo.
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