La Audiencia Provincial de Madrid ha acordado que la instrucción del caso del suicidio asistido de María José Carrasco, la enferma terminal de esclerosis múltiple que se quitó la vida con la ayuda de su marido, continúe en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer que ya lo investigaba.

Según el auto al que ha podido tener acceso laSexta, en la causa solo constan el atestado policial y las declaraciones ante la Policía y el juez de Ángel Hernández y otros testigos. No constan los informes médico forenses ni la autopsia ni se han aportado los instrumentos usados por parte del investigado en su supuesta colaboración al suicidio de su mujer.

La Audiencia dicta que tampoco queda acreditada la existencia de "una petición expresa, cierta e inequívoca" de María José Carrasco para morir porque no se ha remitido el pen drive con el vídeo de lo sucedido. Por eso, concluyen que sin esa documentación no se puede afirmarse "con rotundidad" que no se trate de un caso de violencia machista.

El pasado abril, la titular de este Juzgado rechazó la inhibición planteada por el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid al estimar que existió una petición "seria y explícita" de la mujer de querer acabar con su vida. Tras ello, devolvió la causa a ese juzgado.

Ahora, la Audiencia de Madrid zanja el asunto atribuyendo la competencia al juzgado de Violencia sobre la Mujer al entender que en esta fase procesal "no se dan las circunstancias para determinar fehacientemente si se trata de un acto de violencia contra una mujer en el ámbito de la pareja", como determina la ley integral de violencia sobre la mujer.

Los hechos de las actuaciones son calificados como un posible delito de cooperación al suicidio de una persona que sufre enfermedad o padecimientos incurables y difíciles de curar del artículo 143.4 del Código Penal, al resultar "indiciariamente" que Ángel Hernández Pardo suministró a su esposa "una sustancia que le causó la muerte".