El juez entiende que los restos óseos, que pertenecen a menores de edades similares a las de los niños desaparecidos, aunque no se ha podido extraer ADN de los mismos, deben ser custodiados en el juzgado hasta el momento del juicio.
De esta manera, el juez instructor da la razón a la defensa de José Bretón, padre de los menores que permanece en prisión acusado de dos delitos de asesinato, que argumentaba que los restos son "pruebas de cargo" y que no podían ser enterrados "hasta que haya sentencia firme".
El letrado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, ha defendido desde el primer momento que "es imposible" entregar los restos óseos porque "deben estar presentes en el momento del juicio" y es un "punto base" para la defensa.
Sin embargo, la pasada semana la madre de los menores, Ruth Ortiz, reclamó que se le devolvieran los restos para poder enterrarlos. "Sólo quiero enterrar a mis hijos, yo los parí y tengo derecho a enterrar lo que el desgraciado de su padre ha dejado de ellos", afirmó Ortiz.
"Que yo sepa no ha habido ningún proceso por asesinato en el que el cadáver tenga que estar en la vista de juicio", apostillaba Ortiz, quien aseguraba no comprender "el temor que muestran los poderes públicos en general" a que sus hijos "puedan descansar en paz cuanto antes".