Juana Rivas ha agradecido el apoyo recibido tras salir este martes del Centro de Inserción Social para cumplir condena en su casa con control telemático. A través de un audio, recogido por la agencia Efe y varios medios de comunicación, ha expresado su gratitud y ha manifestado que su "gran satisfacción" porque "esta lucha va a servir para muchas madres y para sus hijos e hijas".
"Estoy en mi casa. Gracias, sin vosotras y vosotros no lo habría conseguido", ha afirmado Rivas, que ha reconocido que, aunque ha tenido ánimo, "han sido días muy duros, de mucha impotencia, mucha frustración". "Sabía que no me ibais a dejar sola", añade, no obstante.
"Sé que sin vuestro apoyo no habría conseguido esto y quería daros un profundo gracias también por hacerme llegar que vais a seguir luchando hasta que consiga a mis niños", agrega en el audio. "Mi gran satisfacción es saber que esta lucha va a servir para muchas madres y para sus hijos e hijas", añade.
Tras lograr el tercer grado, Rivas permanecerá en su domicilio de Maracena, del que podrá salir para sus tareas habituales, aunque estará supervisada con un brazalete de control telemático.
Su encarcelamiento el pasado viernes en un centro de inserción social de Granada llegaba tras un largo periplo judicial desde que, en verano de 2017, se negara a entregar a sus hijos a su expareja, Francesco Arcuri, condenado en 2009 por lesionarla y al que volvió a denunciar por maltrato en 2016.
Rivas, que también espera que el Gobierno la indulte, estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos para protegerlos frente a su expareja y padre de los menores, por lo que fue condenada a dos años y medio de cárcel. El pasado viernes, antes de entrar en el centro, apuntó que tiene "fe y esperanza" en ser indultada y añadía: "Nunca voy a dejar de luchar por mis hijos".
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