Con al menos 50 incendios de media al día, los sospechosos habituales son el calor, el fuerte viento o la sequía, elementos aprovechados por los autores de estas catástrofes naturales para esconderse y hacer negocio.

Galicia es el territorio peninsular más afectado por esta lacra en lo que va de 2016, miles de hectáreas calcinadas y no de forma fortuita. Un vídeo grabado por unos vecinos muestra como en pocos minutos se originan varios focos de fuego, lo que demuestra la intencionalidad. Mientras, el Gobierno gallego, apunta “criminales” con “instinto pirómano”.

Los expertos del CSIC no opinan lo mismo y explican qué es el ‘negocio del fuego’, y es que cuando arde un bosque alguien gana dinero. Concesionarias anti-incendios, sector urbanístico, industria papelera son algunos ejemplos.

Serafín González, investigador de este organismo, explica que “hay incendios en los que trabajan hasta siete medios aéreos, sólo en medios aéreos el incendio cuesta 50.000 euros por hora”. Una suculenta cantidad de dinero, que para algunos es motivo suficiente para convertir en ceniza nuestros bosques.