El incendio en un local okupado de Barcelona que acabó con la vida de una familia entera, con dos niños de tres y un año de edad, se inició en un colchón y su combustión fue muy lenta, propia de una colilla, según han revelado a laSexta fuentes de la investigación policial.

Por tanto, los investigadores descartan la intervención de terceras personas en el siniestro dado que no hay restos de acelerantes ni elementos incendiarios en el lugar de los hechos.

El incendio se originó a las seis de la mañana en una antigua sucursal bancaria abandonada okupada por varias personas en situación vulnerable en la plaza de Tetuán de Barcelona. Los fallecidos son Nasar Iqbal, de 40 años, y Julietta, de 38, una pareja de nacionalidad pakistaní y rumana que vivía junto a sus dos hijos desde hacía dos años en ese local reconvertido en vivienda.

La pareja llevaba diez años viviendo en Cataluña y habían pasado previamente por naves industriales del Besòs y Badalona hasta que en septiembre del 2020 llegaron a esa antigua oficina de EVO Banco.

Su forma de vida era la recolecta y venta de chatarra y recibían seguimiento por parte de los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona, que les había proporcionado en ocasiones alimentos y atención médica y había escolarizado a su hijo mayor. También habían tramitado su padrón sin domicilio fijo para que pudieran acceder a prestaciones sociales, que no podían recibir por su situación irregular.

La familia había mantenido siempre en buenas condiciones el local y lo acondicionaban para que se pareciera a una casa. Lo compartían con otras personas que iban rotando y que, en algunas ocasiones, habían suscitado quejas de vecinos. De hecho, dos horas antes de la tragedia, los Mossos d'Esquadra habían acudido al local por una pelea entre dos grupos, uno de los cuales acabó marchándose.

El local incendiado, ajeno a las miradas de los numerosos transeúntes que cruzan a diario esa zona de oficinas y viviendas de clase media del Eixample, consta como ocupado desde enero de 2020 y sus propietarios presentaron denuncia a los pocos días de tener noticia del allanamiento.

La finca estaba incluida en el informe sobre naves y espacios ocupados que los Mossos d'Esquadra elaboraron a raíz del incendio que en diciembre de 2020 provocó dos muertes y 19 heridos en una nave industrial de Badalona donde vivían inmigrantes de origen africano.