Tiago Silveira es hijo de Lendro Silveira y Anah Jacomo, dos biólogos encargados de coordinar el 'Instituto Jaguar de Brasil', una asociación que pretendía en un principio estudiar al gran felino, pero ha acabado siendo también un criadero de cachorros huérfanos que luego no son devueltos a la naturaleza por miedo a que sean asesinados por los granjeros.

La foto, publicada por su padre, muestra al niño en actitud cariñosa con los jaguares: "Mi hijo nació en un ambiente con jaguares y aprendió a lidiar con ellos desde que era un bebé. Obviamente ponemos límites, pero él ya sabe cómo comportarse. Es muy natural para él", ha asegurado el padre del menor.

El biólogo explicó que su hijo ha aprendido a tratar con los grandes mamíferos, tal y como enseña al público cuando van a observarlos, por lo que el pequeño recibió lecciones de como respetar a los jaguares: "Estos animales no tienen a los humanos como presa. Reaccionan ante nuestras acciones, por lo que es importante respetarlos. Su lenguaje corporal te dirá si no quieren que te acerques", ha puntualizado a 'BBC'.

Tiago nació cuando sus padres estaban al cargo de tres cachorros, por lo que el menor también participó en la educación de los felinos, a los que incluso daba el biberón. La madre del joven ha asegurado que, a pesar de que no son animales sociales, crean vínculos muy fuertes con los humanos y, de hecho, si son liberados tienden a volver con ellos, por lo que ponen en riesgo su vida acercándose a granjeros que quieren proteger su ganado.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza califica al jaguar como uno de los animales más amenazados del mundo y la mitad de la población, entre 20.000 y 30.000 ejemplares se encuentran en Brasil.