Sonríen de forma tímida y todavía se emocionan al recordar uno de los momentos más complicados cuando sacaron a Julen del pozo.
"Hubo un momento de silencio, a pesar de toda la gente que había allí, estábamos todos callados. Fue un momento muy duro porque no queríamos ese final", relata Nicolás Rando, uno de los agentes de la Guardia Civil que participaron en el rescate del cuerpo de Julen en el pozo de Totalán, en Málaga.
Son los tres agentes del equipo de montaña de la Guardia Civil que bajaron junto a los mineros en la parte final del rescate.
"Se te cae el alma al suelo. Son sentimientos encontrado y tienes que sacar fuerza de donde puedas para hacer tu trabajo y hacerlo bien", explica Francisco Maturana, el agente que encontró el cuerpo del pequeño.
Todavía están recuperándose. Alberto Ortiz, otro de los agentes que participó en el rescate, dice: "Estamos muy desgastados moralmente y el final no ha sido el que nosotros deseábamos".
Un final por el que sus propios hijos les preguntaban a diario. "Cada día me preguntaba si iba a sacar al niño del pozo y yo le dije que sí, que lo íbamos a sacar", cuenta Randó.
El director general de la Guardia Civil ha querido felicitar personalmente a todos los miembros del dispositivo de rescate de Julen. Mientras, la investigación continúa. La jueza llamará a declarar en los próximos días al dueño de la finca y al pocero.
Primera declaración ante el juez
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