Unos padres han interpuesto una denuncia en la que solicitan al Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid que acuerde la exhumación del cadáver para llevarlo a su país e inhumarlo conforme a sus ritos. Además, piden que se le efectué una prueba de ADN al no haber estado presentes en su entierro.

En una rueda de prensa junto a los afectados, la presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, y el abogado del caso, Alvaro Sardinero, han detallado los pormenores de este caso al que han calificado de "macabro", "demencial", y "escandaloso". "Quiero recuperar a mi hijo", ha subrayado la madre.

En la denuncia se expone que los padres del bebé corroboraron el 29 de octubre que su hijo había sido enterrado en una fosa común el 17 de septiembre, entregándoles un único documento en el que constaba que el cuerpo fue entregado por el conductor del vehículo que lo trasladó desde el hospital.

Con ayuda de los padres, el abogado de la familia ha explicado que la madre dio a luz a su hijo el ocho de agosto, falleciendo el mismo día. La mujer tuvo un embarazo sin complicaciones y su hijo estaba sano. Tras conocer lo sucedido, solicitaron al hospital la autopsia del pequeño, cuyos resultados conocieron a finales de octubre. Concluye que murió por síndrome de aspiración del meconio, lo que movió a los padres a interponer una primera denuncia por mala praxis.

Cuando los padres tuvieron conocimiento de la autopsia, el hospital les comunicó que el bebé ya había sido enterrado en una fosa común y que había una autorización judicial, un documento del que el juzgado no sabe nada, según el letrado y la familia. La madre del bebé ha comentado que al pedir explicaciones al hospital le comentaron que no había neveras para conservar el cadáver hasta que se practicara la autopsia.

Por su parte, la dirección del Hospital de Torrejón ha afirmado que actuó en todo momento siguiendo "los criterios clínicos e indicaciones judiciales".