Te has dormido en una mañana de lluvia y atascos; sales volando de casa y coges un taxi porque llegas tardísimo; pagas la carrera con una mano -quédese las vueltas-, enganchas el abrigo y el paraguas con el brazo y con la mano sobrante vas avisando de que no estarás a tiempo; sales con éxito del vehículo sin meter la pezuña en el charco, y dejas que el navegador te guíe hasta el lugar en el que te esperan; de repente, una chispa en tu cabeza provoca la hecatombe: ¡el ordenador, lo dejé en el taxi!

Quizá no sepas en ese momento que esto le ha pasado a unas 900 personas en Madrid en los últimos cinco meses. Quizá te dé igual saber que le sucede a más gente, pero te interesará acordarte de que en el 40% de los casos se recupera el objeto olvidado. Tu reunión se ha ido al traste igualmente, pero hay una manera de solucionar la pérdida.

El servicio de objetos perdidos de los taxis de Madrid registró entre junio y octubre de este año un total de 895 incidencias, de las cuales una cuarta parte eran teléfonos móviles. El resto de objetos más olvidados en los taxis son maletas, bolsos o paquetes (16%) o gafas (11%). Y como en tu caso, 50 ordenadores fueron olvidados ese periodo.

¿Qué hacer en ese caso? Puedes abrir una reclamación por medio de este formulario de la web del Ayuntamiento o de la aplicación TXMAD, que tiene un botón directo muy sencillo para enviar la reclamación. Según los datos que ofrece el consistorio madrileño, el 40 % de las incidencias se han resuelto a favor del usuario, esto es, que han podido recuperar su objeto perdido.

El trabajo de registrar la incidencia se comparte entre viajeros (el 50% de las incidencias), taxistas y gestores. Eso sí, deberás hacerlo en los siguientes 48 horas a la pérdida, y tener el número de la matrícula o de licencia del taxi. Si no lo tienes, no desesperes: es posible que el o la taxista haya anotado la incidencia por la aplicación o haya entregado en la oficina de objetos perdidos correspondiente.

Si no, siempre puedes recurrir a las redes sociales para anunciar tu pérdida o visitar las cuentas de las diferentes plataformas de taxis, donde los conductores acuden también en algunos casos para publicar olvidos de sus clientes.