Ebrima Konateh llegó a España a los 16 años y hasta los 18 estuvo un centro de menores. Al joven le prometieron una beca para empezar a trabajar. Sin embargo, tres meses antes de concedérsela se la denegaron. "Estaba prácticamente en la calle", cuenta a la Sexta. Y es que Ebrima pasó de ser un menor tutelado a un mayor de edad sin prácticamente derechos.

En este sentido, Patricia Fernández, abogada y portavoz de la Asociación Coordinadora de Barrios, señala que "actualmente los niños salen de los centros de menores con un permiso de residencia que les autoriza a trabajar, pero solo pueden renovar como autorización de residencia sin trabajo", indica.

Les piden requisitos inalcanzables para poder trabajar

Y para modificar ese permiso y poder trabajar, tienen que cumplir unos requisitos prácticamente inalcanzables para ellos. "Son chicos que acaban de cumplir los 18 años, que no tienen permiso de trabajo y, por tanto, no tienen ingresos", afirma Bárbara Rivera, de la fundación Soñar Despierto.

Por ejemplo, se les exige que esos ingresos superen los 500 euros al mes, ¿pero cómo conseguirlos sin permiso de trabajo que les permita acceder a un empleo? "Para que me cambien la residencia tengo que tener un contrato de un año, pero esto es casi imposible". manifiesta al respecto Ebrima.

El Gobierno ultima un Real Decreto para facilitar la residencia y trabajo de jóvenes extutelados

Ahora, el Gobierno ultima un Real Decreto para facilitar tanto la residencia como el trabajo a miles de jóvenes extutelados que han pasado la barrera de los 18 años. Alaa y a Ibrahim viven una situación parecida a la de Ebrima: "Cuando cumplí 18 años me dieron papeles de permiso de trabajo, pero solo tres meses", cuenta Alaa, quien llegó a España con 16 años.

Sin embargo, para poder renovar sus permisos de trabajo necesitan al menos un año de contrato. "En tres empresas me preguntaron si tenía papeles, y les dije que sí, pero que mis papeles no me autorizan a trabajar, por lo que me dijeron que no podían contratarme", recuerda Ibrahim.

Con las nuevas medidas, se modificaría y facilitaría este tipo de trámites: "Nos vamos a encontrar con que los permisos de residencia van a llevar aparejados la autorización de trabajo como criterio general", explica Bárbara Rivera.

Y cuando tengan que renovarlos, se haría por un plazo de dos años. Además, también se rebajaría el plazo para conseguir esos permisos de residencia "a un máximo de 15 días, y no como hasta ahora que había un plazo máximo de nueve meses", tal y como subraya Rivera, de la fundación Soñar Despierto.

De esta manera, no solo mejorará la seguridad jurídica y personal de jóvenes como estos, sino, además les facilitará el acceso a otros derechos fundamentales que también les corresponden.