El entorno de la madre de los niños asesinados en Getafe presuntamente a manos de su padre, que después se suicidó arrojándose a las vías del tren, ha afirmado que no es un caso de violencia de género y ha pedido respeto para el fallecido: "No es un caso Bretón, no hay venganza".

Así lo ha señalado en declaraciones una amiga de la familia, Ana Isabel Gutiérrez, que ha explicado que, en nombre de Raquel, la madre y mujer de los tres fallecidos, se pide "respeto e intimidad" en estos momentos "tan difíciles".

Agentes de la Policía en el lugar de los hechos

Gutiérrez se ha referido a Raquel como una mujer "fuerte, capaz de mantener la calma" y ha insistido en que no es un caso de violencia de género. "No se puede equiparar al caso Bretón", ha subrayado, haciendo sobre todo referencia al perfil del supuesto parricida, que estaba "entregado a sus hijos" frente al padre de Huelva que les asesinó para hacer daño a su madre.

Según esta amiga, Raquel ha dicho que hasta que el magistrado responsable del caso no le diga lo que ha pasado, ella no va a pensar nada. "Hasta que no me diga quien me tiene que decir, que es el magistrado, lo que creen que ha ocurrido, solamente voy a hacer caso a lo que me digan cuando tenga la documentación en mi mano", dice que ha asegurado.

El parricida de Getafe dejó una nota de suicidio

También "quiere tener la cabeza alejada" de cualquier "rumor que pueda existir", ha añadido esta persona cercana, que también se ha encargado de negar que se estuvieran separando. Preguntada por esta cuestión, ha dicho que todos los matrimonios "pasan por momentos difíciles o de crisis" pero que "no había discusión, tipo de pelea, ni un roce" que pudiera suponer esto.

madregetafe

"El se dedicaba a los niños, igual que ella, no es una venganza", ha recalcado, para recordar que cualquiera que haya conocido toda su trayectoria lo saben: desde que se conoció la pareja y se casaron hace 17 años, él "era un gran padre" que "se vuelca" con ellos.

Parricida de Getafe

Asimismo, ha indicado que no encontraron nunca ningún "signo" que pudiera hacer pensar que podría existir está reacción que ha tenido el padre. También ha aclarado que no recibía tratamiento sino apoyo psicológico en el contexto de tener un hijo con una discapacidad.