De 77 a 82, cinco kilos más en sólo 15 días de vacaciones, eso es lo que le ha pasado a Tamara Corvalán. "Se te juntaba el desayuno con el piscolabis en la playa, el piscolabis con la comida, la comida con la merienda y la merienda sin parar de comer guarrerías, fritos... y luego pues la cena", comenta.

Como ella, los españoles engordamos en verano, de media, entre dos y tres kilos, el 26% hasta cinco, lo que equivale a una talla más. El problema, sobre todo, aseguran los expertos, es la intensa vida social y, con ella, las bebidas alcohólicas y ojo, porque una copa de vino tiene las mismas calorías que un trozo de pastel y una cerveza es como comer una porción de pizza.

Según un estudio, el 83% de los adultos trata de controlar lo que come mucho más después de las vacaciones, cuando se disparan el uso de dietas. "Claramente, durante el verano se nota que hay más productos de carne de cerdo y más bebidas alcohólicas, ahora, sin embargo, la gente pide productos más ligeros como frutas y verduras", afirma Álvaro Gómez, cofundador de 'Lola Market'.

Pero hay que combinar una buena alimentación con ejercicio físico y, sobre todo, no obsesionarse. "No tenemos que perder esos tres kilos en una semana, a lo mejor son dos, tres semanas... poco a poco perder esos kilos e, incluso, ya aprovechar que nos enseñen a comer para que el año que viene no nos pase otra vez lo mismo", asegura Rubén Bravo, experto en nutrición de IMEO. De esta forma, se consigue tener así las pautas para una vida saludable todo el año.