La Policía inglesa entró a la casa por otras acusaciones pero al abrir la puerta escucharon llantos. Los oficiales fueron directamente a las puertas cerradas con cerradura, donde se encontraron varios pañales sucios, comida podrida y sin ningún tipo de ventilación. Los sucesos han ocurrido en el condado inglés de Lancashire.

A child's room with faeces on the wall and dirty nappies strewn across the floor

La casa estaba sucia y los niños tenían muy mala salud, estaban sedientos, hambrientos, cubiertos de heces y llenos de erupciones cutáneas. La casa, además, se encontraba a temperatura muy alta. Los oficiales informaron de las enfermedades estomacales que padecían los niños.

La Policía explicó el estado de la casa y la inexistencia de alimentos. Lo único que había era una olla en la que los padres cocinaban marihuana. El juez Mark Brown manifestó que este tipo de padres no merece la custodia de sus hijos.

A squalid room with bare floor and human excrement

Cuando la policía entró, los niños bebían un líquido contaminado, uno de ellos presentaba manchas de sangre en su nariz y labio superior, lo que podría haberse originado con sus mismas manos y uñas.