Parece ridículo pensar que algo tan obvio y ligado a la realidad como la igualdad entre hombres y mujeres siga viéndose lastrada en pleno Siglo XXI. Entre expresiones y comportamientos de todo tipo, sigue siendo problema presente la intención de menospreciar el rol de la mujer en la sociedad e imponerle como norma inexistente y perpetua una posición de inferioridad frente al hombre. Puede parecer ridículo, pero no lo es. Uno se da cuenta cuando en todos los puntos del mundo, y con especial incidencia en España, se sigue debatiendo si las personas son o no feministas. Y toda esta polémica nace, como otras tantas cuestiones de la ignorancia. El feminismo no impone la supremacía de la mujer frente a los hombres. Se ha dicho una y 1.000 veces.

El feminismo es, por definición de la RAE sin ir más lejos, un "movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres". ¿Más fácil? El feminismo no pide más que la igualdad entre hombres y mujeres. El problema es que, por muchas veces que se explique este sencillo concepto -de obligado cumplimiento, por otro lado-, a menudo el mundo se ve necesitado de discursos como los que han presentado las actrices Jessica Chastain o Helen Mirren sobre la situación actual de la mujer en el mundo y cómo ayudar a evitar estas barreras de género.

 

Desde el festival de Cannes, Chastain, miembro del jurado de esta convocatoria, compartía con los periodistas algunas de las impresiones que la actriz ha tenido a lo largo de los visionados de las películas. Chastain ha afirmado que encuentra "preocupante" la representación de la mujer en dichos filmes, con "algunas excepciones". A pesar de que Sofia Coppola ha sido la ganadora de Mejor dirección por su filme La seducción, el feminismo no ha predominado en el festival cinematográfico. "Es la primera vez que he visto veinte películas en diez días, y me encanta el cine. Pero una de las cosas que me llevo de esta experiencia son los personajes femeninos", explicó Chastain.

"Es preocupante como nos ve el mundo, para ser sincera", así de tajante se mostraba la actriz ante la prensa. "Hay varias excepciones, pero en general la representación de los personajes femeninos ha sido lo que más me ha sorprendido. Espero que cuando haya más mujeres encargadas de contar las historias también tendremos personajes femeninos que en los que podamos reconocernos", apuntó Chastain. Frente a esa continua lucha contra la desigualdad que se da en todos los niveles de la sociedad, aparecen otros discursos, como el de Helen Mirren, que ponen en alza la necesidad de un empoderamiento más fuerte y activo que nunca. La actriz estadounidense aprovechó su paso por la Universidad de Tulane, en New Orleans, EEUU, para destacar una idea clave: "He empezado a entender que el feminismo no es una idea abstracta, sino una necesidad".

 

En un discurso de cerca de media hora, Mirren partió de 'culpabilidad' ante el desconocimiento de lo que significaba ser feminista: "Unirme a un movimiento que se llamaba feminismo me parecía demasiado didáctico, muy político". El tiempo le dio la razón a ella misma: "No me definía como feminista hasta hace poco, pero siempre había vivido como tal". En este sentido, Mirren precisó que fue la experiencia alrededor del mundo lo que le hizo conocer la necesidad de reavivar el empoderamiento de las mujeres: "En todos los países que he visitado, desde Suecia hasta Uganda, de Singapur a Malí, me he dado cuenta de que cuando se respeta a las mujeres y se les da la libertad de cumplir sus sueños y ambiciones, la vida mejora para todo el mundo".