El fuego activo desde el pasado jueves en el entorno de la sierra de Los Guájares (Granada) ha forzado el desalojo preventivo de una treintena de personas, vecinos del barranco de Zaza y de viviendas próximas a un fuego que ya ha calcinado unas 5.000 hectáreas, con 60 kilómetros de perímetro.

Según han informado en redes sociales fuentes del servicio de emergencias 112, la cercanía de las llamas ha provocado el desalojo preventivo de una treintena de personas, vecinos de cortijos del barranco de Zaza y de algunas casas cercanas al fuego.

La evolución del incendio, que obligó anoche a decretar el nivel 1 de emergencias y a confinar las poblaciones de Ízbor y Acebuches, ha permitido sin embargo reabrir las carreteras N-323 y Gr-3204, aunque con acceso regulado.

Además, poco antes de las diez de esta mañana ha empezado a llover de manera intensa sobre la zona afectada por el fuego, lo que podría ayudar al trabajo del Infoca.

Según han informado a EFE fuentes del Plan Infoca, el fuego ha afectado ya a unas 5.000 hectáreas y tiene un perímetro de unos 60 kilómetros, según las medidas provisionales de este martes.

El incendio permanece activo y aunque la lluvia caída en la zona hasta el momento ha ayudado, no ha sido determinante en las tareas para su control.

"Ha sido una noche muy complicada y marcada por el viento. La lluvia es como echar un vaso de agua en una barbacoa, ayuda pero no acaba con el fuego", ha ejemplificado el Infoca.

La noche ha sido compleja para el operativo que trabaja en el incendio y para los vecinos del Valle de Lecrín, especialmente por vientos erráticos que en algunos momentos han hecho casi imposible trabajar en las labores de control y extinción de las llamas.

Durante toda la madrugada se han empleado 180 bomberos forestales, cerca de una veintena de especialistas, siete vehículos autobomba, cinco bulldózer, una unidad meteorológica, otra médica y dos de análisis, y ya se han sumado nueve medios aéreos, según ha adelantado el Infoca.

El confinamiento de Ízbor y Acebuches, cuya población no llega a los 200 vecinos, permanece vigente, si bien el 70 % de ellos ya abandonó voluntariamente sus casas, por recomendación del alcalde, para trasladarse a segundas residencias o viviendas familiares.

Aunque el Ayuntamiento ha acondicionado un polideportivo en Lecrín por si hubiera que evacuar a personas, finalmente no ha sido necesario.

También el Consistorio de Lanjarón ha puesto a disposición las instalaciones deportivas de su municipio, próximo a la zona, para albergar a todos aquellos vecinos de las localidades afectadas y que se vean obligados a desalojar sus viviendas ante la evolución del fuego.