El papa Francisco ha inaugurado un Sínodo para buscar soluciones para los incendios del Amazonas y otros problemas que afronta la región.

Para ello ha convocado a 185 prelados de ocho países diferentes, la mayoría de ellos pertenecientes a territorios que están dentro del Amazonas.

En el marco de este encuentro, durante la misa de apertura Francisco ha condenado los "intereses" que han provocado recientemente los incendios que han devastado la Amazonia. Además, el pontífice también ha lamentado "las veces que ha habido colonización en vez de evangelización" y ha advertido de "la avidez de los nuevos colonialismos".

"Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo", puntualizaba Francisco.

Durante el encuentro se podrían producir además decisiones de apertura de la iglesia, como por ejemplo acceder a que personas casadas puedan ser sacerdotes en la Amazonia.

Reunión controvertida

El Sínodo no ha sentado bien a los sectores de la iglesia más conservadores que denuncian que el documento de trabajo contiene herejías como "el culto a la Naturaleza".

Tampoco ha gustado al Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, por promover una reunión que podría dañar "la soberanía de algunos gobiernos".