Aparcada en un parking privado, así seguirá la autocaravana transfóbica de Hazte Oir pero por poco tiempo porque su intención es que el lunes vuelva a circular. La caravana ha sido lanzada por la organización como desafío al auto del juez que paralizó el martes el autobús con un lema parecido con un cambio: cuatro interrogantes añadidos a un mensaje transfóbico.
Según la justicia denigra a los menores transexuales pero según la organización ultracatólica: "Es un ejercicio ciudadano de un derecho como es la libertad de expresión". La polémica crece a cada metro que recorre la caravana: miles de personas contra los ultracatólicos y también contra vehículos.
El autobús del respeto del programa El Intermedio se lo cruzaba con un lema completamente antagónico: La identidad de género no se elige, que no la elijan por ti. "Hay mucha gente que le ha llegado la campaña de Hazte Oír y nosotros queremos que sea mucha gente a la que le llegue nuestra contracampaña" aseguró Gonzo frente a la caravana.
Movilizaciones contra la organización Hazte Oír y un mensaje directo de las familias de los niños trans: "Yo les invitaría a pasar un día en nuestra casa y haber que decís que es mi hijo" defiende Ana Isabel López, madre de un niño trans.
Ellos nos cuentan lo fácil que fue para ellos, hacer plenamente feliz a su hijo y con una simple anécdota de Marcos cuando tenía solo tres años, son capaces de explicar por qué es transfóbico el eslogan del autobús de Hazte Oír: "Me dijo papá si tú y yo somos un chico, ¿dónde está mi colita?". Además quieren lanzar un consejo a la sociedad: que nadie se tape los ojos ante esta realidad que afecta a miles de personas en España.
Otro gasto más
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