Bethany y Hanna Goralski, dos hermanas veinteañeras de Chicago, Estados Unidos, decidieron donar sus riñones a personas desconocidas. Tras perder a su padre, que padecía la enfermedad de Crohn y falleció por una insuficiencia renal, tenían la esperanza de que con su solidario gesto otras dos familias no tuviesen que pasar por ese sufrimiento.

"Espero que se sienta realmente orgulloso", dijo Bethany Goralski, de 25 años al medio estadounidense 'Good Morning America'. Por su parte, Hannah, de 24 años y que decidió seguir los pasos de su hermana y donar su riñón a alguien que lo necesitase, explicó que para ella "era una gran manera de honrarlo": "Mi padre siempre daba, siempre ayudaba a los demás", agregó.

Tras la operación, ambas se sentían satisfechas y orgullosas. Bethany aseguró que animaría a los jóvenes sanos a convertirse en donantes de órganos, al igual que ellas: "No me arrepiento para nada. Somos jóvenes sanos y la recuperación es rápida", explicó la joven.