Las dos hermanas del colegio Alba Plata de Cáceres cuyos padres se niegan a que usen la mascarilla en clase finalmente tendrán prohibido acceder al centro educativo sin esta medida de protección, por lo que en caso de que no acepten la norma recibirán "atención educativa" desde su casa.

Esto no es, tal y como ha explicado el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, que vayan a recibir clases telemáticas en sustitución de las clases presenciales, sino que fuera del horario lectivo se les facilitarán las tareas realizadas por sus compañeros.

Esta decisión, que es extensible al conjunto de los alumnos de la comunidad autónoma, se ha producido tras la polémica suscitada en el citado colegio cacereño, por el malestar generado en la comunidad educativa por la postura "firme" de los padres de las alumnas, de 3º y 5º de Primaria, que ha llevado al fracaso a la mediación establecida para resolver el caso.

Dos derechos colisionando

En una rueda de prensa convocada este mismo miércoles en la sede de la Consejería de Educación, Amaya ha explicado que se trata de una decisión "muy compleja", adoptada tras poner el asunto en manos de los servicios jurídicos de su departamento y de la Abogacía General, en tanto que se produce una "fricción" entre dos derechos fundamentales, como es el de la educación de las niñas, así como de la salud del conjunto de la comunidad educativa del centro.

El caso ha "afectado" a los docentes y al resto de familias de alumnos del centro, ha señalado Amaya, porque se incumplen normas como la Ley 2/21, que establece la obligatoriedad de la mascarilla para niños de más de seis años de edad.

La mediación, sin frutos

En primer lugar, tras conocer de manos de la directora del centro la situación planteada por la familia de las dos alumnas, la consejería acordó que prevaleciera el derecho a la educación "sin descuidar" el derecho a la salud, por lo que se instó a extremar el resto de medidas de protección, es decir, más ventilación, más distancia y mayor frecuencia de lavado de manos.

Tras el "malestar" de los padres de los alumnos el día 10, coincidiendo con el inicio del curso escolar, por el hecho de que dos compañeras de sus hijos no llevan la mascarilla, se decide establecer un plan de mediación.

En este encuentro el 13 de septiembre, la familia se mantiene firme en que sus hijas no llevarán la mascarilla en clase, por lo que se decide cautelarmente que puedan entrar en el centro para recibir atención educativa en un aula distinta a la de sus compañeros, para garantizar así el derecho a la salud pública de la comunidad educativa y el derecho a la educación de las niñas.

Sin embargo, la mediación no da frutos y la consejería, tras consultar a la abogacía general y vistas las "variantes", este miércoles ha decidido que desde este jueves, 15 de septiembre, "ningún alumno que deba llevar mascarilla y que no justifique la ausencia de la misma médicamente, entrará en un centro educativo".

Con ello, estas dos niñas del colegio Alba Plata, si no llevan mascarilla al inicio de la jornada escolar, no podrán entrar en el centro. Una decisión que se hace extensible al resto de alumnos de los centros educativos de la región. Preguntado sobre si la Junta actuará jurídicamente contra la familia, ha señalado que se ha puesto el caso en manos de la Abogacía General para adoptar las "decisiones oportunas".