Disfrazados de heteros

Disfrazarse de heteros para escapar del acoso: los delitos de odio por identidad u orientación sexual crecen un 14%

El dato Aunque podamos pensar que nuestras ciudades son seguras, los datos muestran lo contrario. En 2023 se registraron 522 delitos de odio por identidad u orientación sexual, un 13,7% más con respecto al año anterior.

Disfrazarse de heteros para escapar del acoso: los delitos de odio por identidad u orientación sexual crecen un 14%.
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Aunque la presencia de lugares seguros para las personas LGTBI han aumentado, aún se viven situaciones de rechazo e incluso discriminación en la calle. 522 delitos de odio por identidad u orientación sexual en 2023, un 13,7% más con respecto al año anterior. Estas situaciones se producen cuando las personas se visibilizan y se muestran como son, sin disfraz. Los grupos especialmente vulnerables y foco de esas agresiones verbales y físicas son las personas trans y las personas migrantes LGTBI.

En laSexta ponemos cara a estas personas que han sufrido el acoso y las intimidaciones en sus propias carnes, como el caso de Isla, a quien una amiga suya le llegaron a decir: "Si vemos a tu amiga (Isla) por la calle, de hombre a hombre, la voy a reventar, que se ande con cuidado".

Por no querer disfrazarse y ser quien era, las calles de su ciudad, Vélez-Málaga, se volvieron hostiles para ella. "Lo oculté bastante tiempo por el tema del colegio. Yo sabía que a mí la ropa que yo llevaba no era la mía", nos cuenta, confesando que ha recibido insultos de todo tipo, como "maricón", "travelo" o "travesti". Palabras que duelen incluso más que los golpes.

En el caso de Patricio, llegó a España procedente de Chile en busca de un lugar donde no esconderse. Pero en una gran ciudad como Madrid, al mostrarse libre también encontró el desprecio y la intolerancia de algunos.

"Las miradas siempre están, especialmente cuando yo estoy con mi novio de la mano o cuando viste de manera extravagante o de manera maricona para el resto de la sociedad sí, hay miradas y se escucha que la gente habla detrás de ti", lamenta. Por miedo a que le reconozcan, no quiere enseñar su rostro, una cara invisible pero que refleja una realidad preocupante.

Mensajes de odio que calan en la población joven

Y es que los discursos de odio son la semilla de las agresiones de odio, algo que está llegando a mucha población, en concreto población joven.

Con tan solo 7 años, Victoria experimentó la transfobia en el colegio. Nos cuenta que a esa edad ya tenía clara su sexualidad, algo que le hizo recibir todo tipo de acoso: "Empezaron los empujones, la zancadilla y por último el asedio por parte de los compañeros para increparte". Tuvo que cambiarse de centro para poder vivir sin ocultarse, una realidad por la que ya había pasado demasiadas veces.

Durante años, David también tuvo que disfrazarse de alguien que no era por "miedo" a ser cuestionado como profesional. "El hecho de que no te consideren que eres un profesor adecuado para los estudiantes, que las familias te juzguen pero también el hecho de poder recibir insultos", nos cuenta. Desde que se visibilizó en un colegio de Salamanca, los alumnos LGTBI ven en él un lugar seguro.

Y es que ya sea en grandes o pequeñas ciudades, los símbolos importan. Mensajes que alientan a aquellos que aún no han dado el paso.