"Pura supervivencia"

Disfrazarse de heteros por miedo a insultos y agresiones: la realidad del colectivo LGBTBIQ+ en situaciones de la vida cotidiana

La otra cara A pesar de estar en pleno 2025, todavía hay personas que siguen sin poder mostrarse como son por miedo a ser juzgados en momentos como buscar trabajo o ir en el transporte público. "He escuchado a compañeros decir que los putos travestis tendrían que llevarse un disparo", dice un afectado

Disfrazarse de heteros por miedo a insultos y agresiones: la realidad del colectivo LGBTBIQ+ en situaciones de la vida cotidiana.

"Disfrazarse de heteros". Así lo llaman algunos. Así se refieren muchas personas del colectivo LGTBIQ+ a lo que se ven obligadas a hacer por miedo, para evitar un insulto o una mirada incómoda, para que no les agredan. Es, básicamente, disfrazarse de algo que no son para cosas tan cotidianas como buscar un piso, conseguir un trabajo o que no te juzguen en tu propio pueblo.

"Hay contextos donde el disfraz es pura supervivencia. Ante situaciones hostiles quizá es la única manera", expresa Paula Iglesias, presidenta de FELGTBI+.

La única manera ante la incomodidad de cosas tan normales como ir en transporte público o coger un taxi, o ir a una entrevista de trabajo. Porque son muchas las personas que han de ocultarse en según que ámbitos de su vida a pesar de querer vivir con orgullo. "A la gente nueva que entraba a mi trabajo les decía que tenía el nombre de una compañera porque mi contraseña había caducado", cuenta Hugo, un hombre trans.

Un disfraz que se ponen para evitar comentarios inadmisibles: "He escuchado a compañeros decir que los putos travestis tendrían que llevarse un disparo".

"Ponerme camisas de hombre, recogerme el pelo..."

Las personas del colectivo sufre una discriminación que traspasa incluso las puertas de sus casas, como cuenta Victoria, una mujer trans. "Donde más me he tenido que disfrazar ha sido en eventos familiares. De tener que ponerme camisas de hombre y recogerme el pelo".

Y de las grandes ciudades a los pueblos, a los parajes rurales de España, donde hay quien no ve con buenos ojos al colectivo LGTBIQ+: "Para qué queremos aquí a los gays. Ya no se tapan. No me agradan".

El desprecio supera las barreras del deporte, uno que tampoco entiende de edades. "Hay espacios en los que no nos sentimos seguras yendo de la mano. Dos mujeres mayores de la mano mueven al ridículo y a la burla", cuenta una pareja.

Con el objetivo de visibilizar la realidad de estas personas, desde laSexta Noticias lanzamos una serie de reportajes. Porque para acabar con todas estas discriminaciones solo hay una receta. Solo puede armarse de valor, quitarse el disfraz... y mostrarse al mundo tal y como se es.