La Guardia Civil ha identificado a las dos menores de 16 y 17 que fueron brutalmente agredidas por otros tres jóvenes mientras se besaban en el parque Anllóns de Carballo, en A Coruña.

Todo sucedió hace tres fines de semana mientras las chicas se estaban besando. Allí, tres menores comenzaron a increparlas en actitud homófoba y, cuando ellas se marchaba, los agresores las siguieron y las golpearon con patadas y puñetazos.

Una de las víctimas quedó con un gran moratón en un ojo y contusiones por el cuerpo. La otra sufrió un corte en el labio. Tras el brutal altercado, las menores rechazaron interponer una denuncia "por miedo a las represalias" y porque sus familias desconocen su orientación sexual.

Ahora, la Guardia Civil se encuentra en una difícil decisión para decidir si deben actuar de oficio. "Por ley tenemos que hacerlo al tratarse de un delito de odio y homofobia, pero, ¿y si lo hacemos y provocamos con ello que los padres las echen de casa? ¿Merece realmente la pena investigar algo sin consentimiento expreso de las víctimas?", han señalado, según publica 'La Voz de Galicia'.

Además, se plantean que las "consecuencias" de actuar pueden ser "más negativas que positivas". Ahora mismo, en el cuerpo están valorando la decisión y sopesando si es beneficioso para ella o no y apuntan que las menores han sido invitadas a denunciar la agresión.

"No hay un parte de lesiones derivado de esa agresión sufrida, las chicas no quieren denunciar bajo ningún concepto, tienen miedo a los agresores y, sobre todo, a sus familias por lo que les pueda ocurrir ya que en sus casas desconocen su orientación sexual", señalan en la Benemérita.

De hecho, y según el citado medio, la jóvenes explicaron en el ambulatorio que las heridas habían sido provocadas por una caída y no por una agresión homófoba para evitar ser descubiertas.