Ana tenía 27 años cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple. "Empecé a ver borroso, no sabía lo que me pasaba...", explica a los micrófonos de laSexta. "Fue un shock, pero me tuve que adaptar y descubrí que podía seguir viviendo", apunta.

La suya es la historia de una de las 2.000 personas a las que, cada año, se les diagnostica la enfermedad. En total, 55.000 españoles la padecen y, si bien ya hay fármacos que frenan el deterioro, la pandemia ha afectado a la atención que reciben.

En el caso de Ana, es gracias al apoyo de su hermana Lola como puede seguir adelante: el apoyo de las familias es imprescindible para afrontar estos nuevos retos. A ella se lo detectaron recién licenciada en Derecho y cuando era subdirectora de una sucursal bancaria. A Javier, con 30 años, hace ya 18.

"Se te viene el mundo encima", asegura. "En poco tiempo vas perdiendo la movilidad...", relata a esta cadena. Es una enfermedad que ahora mismo no tiene cura, aunque sí hay medicamentos que ralentizan el avance. El próximo año aparecerá un biomarcador que previene los brotes y tres nuevos tratamientos.

"Dos de los tratamientos son para nuevos diagnosticados y un tercero es para pacientes graves", detalla Celia Oreja, neuróloga en el Hospital Clínico San Carlos.

Estos son motivos de esperanza en mitad de una pandemia que les ha pasado factura doble, ya que muchos no han podido salir de casa para realizar sus terapias. Hoy piden más recursos para investigar la enfermedad y también reivindicar su normalidad. "Es una parte de tu vida, es importante que no te encierres en tu mundo", insiste Ana. "Tengo dos hijos, una mujer, disfruto de las pequeñas cosas...", subraya Javier.