Según han informado Los Mossos d'Esquadra, el arrestado, que todavía está pendiente de pasar a disposición judicial acusado de seis delitos de robo con violencia e intimidación, uno de ellos en grado de tentativa, es un hombre de 71 años, nacionalidad española y vecino de Barcelona, al que no le constan antecedentes policiales.
Los Mossos d'Esquadra recibieron un aviso de que se había producido una tentativa de robo en una entidad bancaria de la Gran Via de les Corts Catalanes, en el distrito de Sants-Monjuïc, a la que un anciano entró escondiendo una pistola en la cintura y entregó una nota manuscrita a una de las trabajadoras, en la que detallaba que se trataba de un atraco.
El asaltante se puso nervioso y huyó del lugar sin llevarse nada, ante lo que los Mossos d'Esquadra establecieron un dispositivo para intentar localizarle. Unas horas más tarde, los Mossos recibieron una nueva alerta avisando de que se había producido un robo con arma de fuego en una perfumería del distrito de Sants-Montjuïc.
La descripción del asaltante que facilitaron los trabajadores de la perfumería coincidía con la del anciano que había intentado atracar el banco situado en la Gran Via. Posteriormente, una patrulla de paisano localizó a un hombre que coincidía con la descripción del sospechoso que habían facilitado las víctimas de los asaltos al banco y a la perfumería.
Los agentes le identificaron y durante el registro le encontraron un arma detonadora, una nota manuscrita como la que había entregado en el banco y 100 euros en metálico, por lo que le detuvieron. Ya en comisaría, los agentes le pudieron relacionar con otros tres robos en farmacias cometidos el pasado lunes 13 de febrero en los distritos de Sants y de Sant Martí, así como con un robo con intimidación en otra entidad bancaria en Barcelona el jueves 9 de febrero, en el que siguió el mismo método.
En el asalto al banco del 9 de febrero, el anciano logró un botín de 1.200 euros en metálico y, antes de huir, dejó un objeto en la oficina que simulaba ser un artefacto explosivo, lo que obligó a los Mossos a extremar las precauciones hasta descartar que realmente se trataban de una bomba. Sin embargo, el paquete que dejó para facilitar su huida contenía únicamente un reloj.