Los hechos ocurrieron la noche del sábado al domingo en un local de la zona de ocio del Rincón de Loix, después de que la Policía recibiera la denuncia de un ciudadano que afirmó haber sido víctima de una agresión por parte de uno de los porteros de la discoteca.

Una patrulla policial se dirigió hasta la sala de fiestas para comprobar lo sucedido, en donde fue recibida por uno de los responsables de la seguridad del establecimiento.

Éste, "de manera agresiva y haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes, intentó en repetidas ocasiones abalanzarse sobre la víctima, increpando a ésta y a los testigos allí presentes" con la pretensión de "amedrentarles para que no interpusieran denuncia", relata la nota de prensa.

Dado que "la actitud del portero se volvía cada vez más agresiva", los agentes solicitaron la presencia de otra patrulla de la Policía, según las mismas fuentes.

Sin embargo, el refuerzo policial no consiguió apaciguar los ánimos del miembro de seguridad, quien "acometió con violencia" y propinó "puñetazos y patadas" a los policías, al tiempo que fue "auxiliado por otro portero, quien también se abalanzó sobre los agentes", a los que igualmente agredió, señala el comunicado.

Además, los dos porteros incitaron "a la multitud" congregada a "continuar con la agresión", lo que provocó que los agentes "sufrieran en el transcurso de la intervención varios impactos de vasos y botellas de vidrio", han señalado las citadas fuentes.

Como consecuencia de ello, tres policías nacionales resultaron heridos, uno de los cuales presenta una herida de gravedad en la cabeza; otro, una fractura en la mano y el tercero, diferentes traumatismos. Finalmente, los dos porteros de la discoteca fueron detenidos y puestos a disposición judicial, acusados de atentado y lesiones a los tres agentes.