Los Mossos d'Esquadra desarticulan un grupo criminal que robaba en autopistas, gasolineras y el aeropuerto de Barcelona. Distraían a los conductores y aprovechaban ese momento para robarles con otro vehículo.

En las imágenes se puede ver, en rojo, al ladrón, y en verde, a la víctima. Les hacen creer que las ruedas están pinchadas y hablan. Detrás, el cómplice aprovecha que el dueño está distraído, entra al coche, coge un bolso y huye. Segundos después, el otro ladrón también se va.

Este era su 'modus operandi': actuaban en áreas de descanso y gasolineras. Su botín: 10.000 euros y numerosos objetos y efectos personales de valor. "Distraen a la víctima, orientándola siempre en dirección contraria a donde tiene los objetos", dice Joaquim Bayarri, intendente de los Mossos d'Esquadra, y añade: "La distraen para que el otro o los otros puedan aprovechar esos 20 o 25 segundos".

Otro golpe, e igual. Los ladrones llegan en coche, aparcan al lado de su víctima, la distraen y actúan. Su objetivo son los turistas, porque, según Bayarri, "llevan dinero en efectivo o llevan los objetos de valor".

Sin violencia y con rapidez, pero no solo en gasolineras. También en los puntos de alquiler de coches de los aeropuertos, que se posicionan como blancos fáciles. "Aquí es muy común que la gente se distraiga, sobre todo cuando hay mucha gente", dice una trabajadora.

Los conductores ya toman precauciones. "Siempre cierro el coche, y en caso de no hacerlo siempre se queda alguien dentro", dice una de ellos. Hay cuatro detenidos, aunque los mossos siguen buscando a otros dos ladrones.