Eugenio es un auténtico luchador contra la Hepatitis. Fue uno de los primeros enfermos en recibir el Sovaldi, pero antes, tuvo que pasar dos transplantes de hígado y muchos meses de espera. "Habiendo medicamento ahí, que no te lo den, es condenarte a muerte", lamenta. Sabe lo que es que su vida dependa de una decisión política porque antes de la aplicación del Plan Eestratégico Nacional en mayo de 2015, recibir o no el Sovaldi, dependía de una comisión.

"Las reclamaciones llovían constantemente en todas las comunidades autónomas por casos individuales. Algunas eran documentadas, y otras verbalemente, por peticiones bien a los médicos, a las gerencias de los hospitales o bien a las instancias políticas", explica Abelardo Sánchez, de la Federación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos.

En Galicia, los afectados denuncian que se aplicaban criterios económicos y no médicos, para dispensar o no el Sovaldi, antes de la puesta en marcha del Plan  de la Hepatitis C. Por eso, hay dos altos cargos de la Conselleria investigados por un delito de homicio imprudente de ocho personas que murieron esperando el medicamento. Ellos se defienden, y el presidente Feijoo les muestra su respaldo. "Si hay dudas lo lógico es que expliquemos lo que se hizo en el inicio de los tratamientos", destaca.

Unas palabras que han indignado a enfermos y hepatólogos. Los profesionales aseguran que la Xunta no ha seguido criterios médicos y que conocía lo que estaba pasando. "El director General y la Conselleria lo sabían", detallan. El propio Colegio de Médicos de Pontevedra envió una carta en febrero de 2.015 a uno de los ahora imputados en la que ya le avisaban de que los recortes ponían en peligro a los enfermos hepáticos.

"Tenemos todas las denuncias de los compañeros que llevan directamente a los enfermos de este tipo", declara José María Escudero, del Sindicato Médico de Galicia. El próximo jueves, los dos altos cargos de la Xunta declararán en los juzgados de Santiago.