Asunta Basterra, una niña de 12 años, fue hallada muerta en Teo (A Coruña). Sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, fueron condenados a 18 años de cárcel por un delito de asesinato con agravante de parentesco.

Sobre el estado de Rosario Porto, su letrado dice que se encuentra "mal" y recuerda, al respecto, que está en la enfermería de la cárcel desde su llegada a la prisión pontevedresa.

Respecto a la situación judicial de su cliente, y tras agotarse toda la posibilidad de recursos en los tribunales españoles, asegura que sigue trabajando en la presentación de un recurso ante el Tribunal de Estrasburgo. "Por vulneración de derechos fundamentales", precisa.

Entre otras cuestiones, apunta "a la falta de un juez imparcial" en el proceso judicial y que no se cumplió el principio de "presunción de inocencia". Mientras, sobre las pertenencias de su cliente, recuerda que sigue esperando que se le entreguen el teléfono y el ordenador que se incautó de su vivienda. "Lo pedí, pero sigue esperando", ha añadido.

Como resultado de la investigación y de las pruebas practicadas, en relación a la muerte de Asunta Basterra se determinó que su fallecimiento se había producido por asfixia y que, anteriormente y durante meses, la niña había ingerido un ansiolítico, Orfidal, que anuló su voluntad antes de ser asesinada.

El cuerpo fue localizado después de que, en la madrugada del 22 de septiembre, dos hombres que circulaban por una pista forestal del lugar de Ferros, en la localidad coruñesa de Teo, dieran la voz de alarma.

Durante las primeras horas, los investigadoresdeterminaron que la niña había fallecido en otro lugar y que no había sufrido agresión sexual.

Las pistas apuntaron desde el primer momento al entorno cercano y, más en concreto, a sus padres, separados, que la noche en la que se produjo su muerte habían acudido a una comisaría de Santiago de Compostela a denunciar la desaparición de su hija.

Sin embargo, las "inconsistencias" detectadas por la Guardia Civil en las declaraciones de los padres sobre los últimos movimientos de Asunta y las primeras pruebas, precipitaron sus detenciones.