Se superan los 40ºC en muchos puntos de España y al igual que nosotros debemos tomar una serie de precauciones para no sufrir un golpe de calor, desmayos, calambres o insolaciones, nuestras mascotas necesitan unos cuidados especiales para hacer frente a las altas temperaturas.

Los animales también pueden sufrir un golpe de calor en plena ola de temperaturas extremas, pero siguiendo una serie de recomendaciones y adoptando unos pequeños cambios en los hábitos de cuidado podemos ayudarles.

Por ejemplo, es esencial evitar las horas principales del día para pasear. Si nosotros no debemos salir a pasear en las horas que hace más calor y cuando salgamos a la calle debemos procurar elegir sitios con sombra y algo más frescos, lo mismo debemos hacer con nuestras mascotas.

Y es que además, el calor que desprende el suelo puede llegar a dañarles las almohadillas de las patitas. Por eso, será recomendable utilizar la regla de los cinco segundos: si ponemos nuestra mano sobre el suelo y no nos abrasa, a nuestra mascota tampoco.

Además, mejor elegir espacios donde abunde el césped, que siempre suele ser algo más fresco. También existe una crema que puede aplicarse directamente en la base de sus patas y que hace como una película protectora.

Por otro lado, debemos mantener a nuestros animales hidratados tanto dentro como fuera de casa. En el domicilio, por ejemplo, podemos poner algún hielo en su bebedero para que el agua no se evapore y se mantenga fría y también podemos ofrecerles polos caseros (hechos a base de sandía, verduras, restos de carne o incluso yogur, por ejemplo).

Pero en la calle la hidratación debe ser también siempre constante. Además de llevar con nosotros una botella de agua y un cuenco para que puedan beber en cualquier momento, podemos refrescarlos con un pulverizador de agua.

Hay que tener en cuenta que el calor puede reducir su apetito, así que es aconsejable darles de comer en horas menos calurosas.

En cuanto al pelo, hay que saber que les protege tanto del frío como del calor, les ayuda a regularse y les protege de los rayos del sol. Es fundamental llevar a cabo un buen cepillado para eliminar los pelos muertos que les dificultan expulsar el calor, pero no raparles del todo.

A pesar de seguir estos consejos, las altas temperaturas pueden llevar a nuestras mascotas al límite, así que tenemos que estar atentos a algunos síntomas que nos indican que algo no va bien, y en el caso de que nuestro animal no mejore debemos acudir al veterinario. Por ejemplo, pueden estar sufriendo un golpe de calor cuando sus jadeos son muy constantes y fuertes, cuando se niegan a moverse, babean en exceso, presentan espasmos musculares o tienen el ritmo cardiaco acelerado. Ante estos síntomas, lo mejor es acudir a un especialista.