El volcán de La Palma mantiene su fuerza eruptiva casi dos semanas después de comenzar a expulsar lava. El último foco está puesto en las tres nuevas bocas y en la colada que busca unirse a la principal en su avance hacia el mar.
Los dos nuevos centros emisores de lava se abrieron durante la madrugada de este viernes, estando separados entre ellos por apenas 15 metros. Ambos se encuentran a unos 600 metros del cono principal y se suman a las otras dos bocas activas que mantienen, según el director técnico del Plan de Prevención Riesgo Volcánico, Miguel Ángel Morcuende, la actividad "intensa" del volcán.
El empeoramiento de la calidad del aire llevó al Pevolca a confinar nuevas zonas de Los Llanos de Adriane y El Paso en la noche de este viernes, uniéndose a San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa. Ahora, debido a la mejora en la calidad del aire, se ha levantado el confinamiento a los 3.500 vecinos afectados por estos gases.
El volcán de La Palma ya lleva emitidos 80 millones de metros cúbicos de magma, lo que supone el doble de lo que emitió el Teneguía (40 millones). La superficie afectada por esta erupción volcánica representa el 10% de la isla, donde "la vida en la isla es normal y sin sobresaltos", según insistió Morcuende.
El frente de delta lávico (o 'fajana') que ha llegado al mar está ahora a más de 475 metros de la línea de costa y alcanza la profundidad de 30 metros. María José Blanco, responsable del IGN en Canarias, precisó que la morfología del cono cambia de forma continua y trasladó que la tasa de emisión de dióxido de azufre es de 8.700 toneladas diarias.
Además, en las últimas horas se han registrado decenas de terremotos, siendo uno de 3,6 el más potente detectado en las últimas horas. Todos se han localizado entre 10 y 15 kilómetros de profundidad.