La llegada de la lava al mar no forma un delta, sino una fajana: un nuevo terreno que se está creado con los materiales que ha desprendiendo el volcán a través de las coladas.

Es precisamente eso último, una colada, lo que vemos caer desde Cumbre Vieja, una masa de lava que se desplaza por la ladera de un volcán hasta que se solidifica.

Cuando esa colada llegó al mar se formó una columna de humo denominada laze, una mezcla de lava y niebla que desprende ácidos tóxicos. Lo que no debemos confundir es la lava con el magma. Dentro del volcán hay magma y, cuando sale al exterior, se convierte en lava.

En el volcán de la Palma hemos podido ver dos tipos de erupción: una es estromboliana, que genera columnas de ceniza, y la otra es hawaiana, más explosiva y efusiva.

Un nuevo término a tener en cuenta: piroclastos. Son los fragmentos de lava que lanza el volcán y que pueden parecer piedras. Si es de menos de dos milímetros, se le considera ceniza volcánica; si su tamaño está entre los dos y los 64 milímetros, se le llama lapilli; por último, si el tamaño es mayo de 6,4 centímetros, se les llama bombas volcánicas.