"Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé", así confesó el pasado viernes ante la Policía el adolescente de 15 años que asesinó a tiros a toda su familia -incluido su hermano de 10 años- en Algoda, una pedanía de Elche.
Según ha podido saber laSexta, el menor relató que el pasado martes, al regresar del colegio, su madre lo abroncó por su actitud: "Me dijo que era un vago, que ya estaba bien y que me iba a quitar la consola. Subí a mi habitación, me puse a pensar y cogí la escopeta".
El arma que utilizó es una escopeta de cartuchos del calibre 12 que el padre de la familia tenía por su afición a la caza menor. A pesar de que se encontraba en un armero en la planta superior de la casa, la llave estaba al alcance de toda la familia.
"Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé. Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes. Esperé a mi padre cuatro o cinco horas y le disparé al llegar", confesó el adolescente.
Una versión que corroboran las heridas halladas en los cuerpos de las víctimas: la madre presenta dos impactos, el hermano, uno y el padre, tres. Una secuencia que encaja con el tipo de arma; una repetidora que carga tres cartuchos.
Tras cometer el triple crimen, el menor explicó a los agentes que decidió esconder los cuerpos. "Me quedé sin saber qué hacer y decidí llevar los cuerpos al cobertizo", aseguró ante los investigadores.
El parricida permaneció en la casa tres días junto a los cadáveres haciendo vida normal y hablando con sus amigos. A algunos de ellos les aseguró que estaba en casa por haberse contagiado de COVID-19, aunque los centros escolares a los que acudían él y su hermano pequeño no pidieron explicaciones de ninguna clase.
No fue hasta el viernes por la tarde cuando el adolescente confesó los hechos después de que una vecina y una hermana de su madre acudieran a la vivienda por falta de noticias de la familia. Fueron ellas quienes dieron aviso a las autoridades.
La Policía Local acudió a la vivienda y alertó a la Policía Nacional, tomando declaración al joven en presencia del fiscal de menores y del juez de guardia. Los investigadores del caso se han mostrado sorprendidoscon la frialdad del adolescente y su desapego hacia las víctimas.
El parricida ya se encuentra internado en un centro de menores en régimen cerradotras el dictamen del juzgado de menores de Alicante y la Policía y la Fiscalía de menores dan por cerrada la investigación del triple crimen. No harán por tanto reconstrucción ni tomarán declaración a ninguna persona más.