En la sentencia, a la que ha tenido, la Sección Tercera de la Audiencia condena a R.B.M. a un año y medio de prisión y al pago de una multa de 540 euros por un delito de estafa y a seis meses de cárcel y 540 euros de multa por un delito de falsedad en documento mercantil, así como a indemnizar con 5.000 euros a la afectada.

El imputado ya contaba con una condena anterior por hechos similares

Antes de la celebración del juicio, el acusado mostró su conformidad con la calificación de los hechos y la pena solicitada por la Fiscalía, a la que se adhirió la acusación particular ejercida en nombre de la víctima por el abogado Juan Manuel Gabella Ventura, del despacho Burear Abogados y Economistas.

La Audiencia considera probado que el imputado desempeñaba funciones de director en una sucursal bancaria ubicada en la calle Feria de Sevilla capital, sucursal donde tenía abierta una cuenta corriente la afectada, nacida en el año 1927 "y a la sazón analfabeta", según recoge la sentencia.

LA VICTIMA FIRMABA CON UNA IMPRESION DE SU HUELLA
Al hilo de ello, el tribunal añade que el acusado, conocedor de que la víctima tenía por costumbre realizar reembolsos en metálico, firmando con una impresión de su huella, aprovechó tal circunstancia para, en el mes de agosto de 2009, realizar un reembolso de 5.000 euros para incorporarlo a su patrimonio. De este modo, y "para lograr una apariencia de realidad de tal reembolso y justificarlo ante la entidad bancaria", el condenado "plasmó su propia huella, donde debiera haber estado" la de la anciana como titular de la cuenta, no constando que haya reintegrado cantidad alguna, dice la Audiencia en esta sentencia fechada el día 10 de diciembre.